Adolescentes Violentos.
Adolescentes Violentos
Resumen sobre el crimen: que cometieron dos estudiantes de secundaría llevan a cabo una matanza masiva en un tranquilo pueblo en el oeste de los estados unidos.
Esta masacre sucedió el 20 de Abril de 1999. Acabo con las vidas de 15 personas y alteró para siempre el pueblo de LITTLETÓN, colorado.
El día empezó con un presagio animoso para la escuela secundaria columbine de Littletón, Colorado, una comunidad de 35.000 habitantes al sudoeste de Denver. El mensaje que aparecía en los monitores de vídeo que hay en cada aula no estaba precisamente sacado de las obras de Ralph Waldo Emerson. Un estudiante recuerda que era algo como "mejor que se larguen".
Algunos de los integrantes del grupo de amigos de Eric Harris y Dylan Klebold a los que se les llamaban la mafia de los abrigos se sentían muy atraídos a la mitología nazi. Sus miembros usaban camisetas negras con elásticas, hablaban alemán en los pasillos de las escuelas, reproducían batallas de la segunda guerra mundial, y jugaban con los vídeos juegos más violentas.
También hablaban de las personas a las que odiaban y de los que le gustarla matar.
Sabemos que en todas las escuelas hay alumnos rebeldes: los aficionados a la estética gótica, con uñas pintadas de negro y lápiz de labios oscuro. Están los chicos que fuman marihuana, otros que no van a clase, y a veces, los chicos más brillantes, aficionados a las computadoras.
En cuanto a la pandilla de columbine, sus compañeros los describían como chicos indeseables, rechazados y "típicos estudiosos" que al igual que los deportistas y los niños de papá tenían su propia mesa en la cafetería. Su foto en el anuario de la escuela llevaba el siguiente epígrafe "¿quién dice que somos diferentes? La locura es saludable. Lucha por estar vivo, ser diferente y estar loco". Lo hacen para llamar la atención dice Greg Montgomery, de 19 años de edad; hay una especie de rivalidad con nosotros, añade el jugador de Hockey Chip Dunleavy, de 17 años. Nos odian porque somos la elite social de la escuela. Esta rivalidad llevaba meses, hirviendo a fuego lento.
Algunos estudiantes señalan que hasta los profesores solían tratar mal a los " abrigados" acusándoles injustamente de cosas que no habían hecho, dejando siempre que los deportistas se salieran con la suya porque éstos eran la aristocracia. A uno de los atletas, especialmente, le gustaba provocarles, burlándose de su ropa y refiriéndose a los abrigados como "escoria". Otros los llamaban homosexuales, acosándolo hasta el punto de arrojarles piedras y botellas desde los autos. Algunos integrantes de la pandilla intentaban ignorar las agresiones, mientras que otros respondían.
Una vez, uno de ellos supuestamente blandió una escopeta ante los que le molestaban en el parque. Una vez grabaron un vídeo para una clase en el que contaban la historia de unos chicos con abrigos que cazaban a sus enemigos con escopetas. Una un escrito en el cuarto de baño de los chicos advertía: algún día columbine a estallar. Muerte a todos los atletas los deportistas debe morir.
Ese día, la cafetería regalaba galletas a los estudiantes. Cuando eran las 11:30, hora de almuerzo, habían ciento de alumnos en las mesas y haciendo cola cuando afuera comenzaron a sonar las detonaciones.
Los estudiantes vieron a dos jóvenes con abrigos y máscaras que disparaban a otros chicos uno de ellos arrojó algo hacía el techo que causó una explosión.
Enseguida los estudiantes comenzaron a gritar y correr. Uno de los chicos sintió silbar una bola por encima de su cabeza. "¡ Tírense al suelo!"
Los Adolescentes y las relaciones sexuales en los medios de comunicación
Los Adolescentes y las relaciones sexuales en los medios de comunicación
Las base de todas las relaciones humanas exitosas es el respeto y afecto. Es importante motivar a los adolescentes para que vean programas y película que tienen en cuenta esto. Infortunadamente, los adolescentes suelen sentirse presionados a volverse activos sexualmente antes de conocer a fondo las bases emocionales de la sexualidad humana.
Los medios de comunicación han dejado de mostrar que la sexualidad procede de la intimidad emocional y no simplemente de la intimidad sexual, en general, los medios muestran el sexo como algo glamouroso, instintivo y lo que es más peligroso libre de riesgos.
Los adolescentes aprenden del sexo de una manera diferente de otros tipos de aprendizajes sociales, porque la información no procede de la participación y la observación sino de otras personas y gran parte de esa información termina siendo falsa. En cuanto a la difusión de información sexual, los padres, las escuelas y las instituciones religiosas difieren en cuanto a su disposición y grado de tranquilidad.
La negación de los padres contribuye en gran medida a limitar el acceso de sus hijos a la información sexual, al mismo tiempo que los adolescentes tienen relaciones sexuales a una edad cada vez más temprana. Esta tendencia tiene implicaciones potencialmente devastadoras para nuestra sociedad, porque ya es un hecho bien documentado que los adolescentes más jóvenes están menos informados acerca del control de natalidad y la prevención deenfermedades de transmisión sexual, y además, tienen más probabilidades que los adolescentes mayores se involucren en relaciones sexuales sin protección.
Como en la adolescencia los padres controlan menos a sus hijos y éstos tienen más acceso a los medios de comunicación y pocas fuentes alternativas de información sexual, no debe sorprendernos la importancia que tienen los medios en la socialización sexual de los adolescentes. Infortunadamente muy poco de lo que los adolescentes ven acerca del sexo en los medios de comunicación es respetuoso o sensato. En cambio los adolescentes están expuesto a un mundo sexual donde abunda la violencia y donde el amor y el compromiso suelen brillar por su ausencia.
Los medios de comunicación han sido excesivamente indiferente en cuanto a la imagen que transmiten del sexo y sus consecuencias. Aproximadamente el 85% de todas las relaciones sexuales que muestra la televisión son entre parejas que no están casadas o que no tienen ningún compromiso.
En vez de adentrarse en el tema más complejo de la intimidad humana, los medios se sienten satisfechos mostrando, sencillamente a las parejas haciendo el amor.
Los medios no les han proporcionado a los adolescentes varones modelos dignos de ser imitados. Sin embargo ¿por qué razón los varones se sienten atraídos de manera particular por los mensajes que por los énfasis en la intimidación y el abuso del poder como mecanismo para salir adelante en el mundo? Mientras que en los niños varones influyen muchísimos más los modelos masculinos que los femeninos, en las niñas influyen por igual los modelos masculinos y femeninos.
En 1995, La serie de televisión Policía de Nueva York causó conmoción al quebrantar la norma sobre desnudez en la televisión. Por primera vez, unprograma importante permitió que una de sus estrellas mostrara el trasero.
No importaba que hubiéramos visto tiroteos, acuchillamientos, violaciones y mutilaciones durante decenios. Jimmy Smits salió con el trasero al aíre.
Los efectos de esta película son inmensamente distintos y el sistema de clasificación actual no tiene en cuenta esa diferencia adecuadamente. Aunque son importantes las clasificaciones que reflejan lo que el "padre promedio" considera apropiado para sus hijos, también es importante tomar en consideración lo que las investigaciones nos dicen acerca de lo que perjudica a los niños y a los adolescentes.
Por ejemplo en uno de los experimentos tres grupos de varones universitarios vieron cada una de tres versiones de la misma película. En la versión agresiva sexualmente, la mujer que estaba atada fue amenazada con un revolver y violada. En la versión que solo contenía agresión, el sexo fue suprimido y en la versión que solo contenía sexo, la agresión fue suprimida. Después de ver la película, los hombres diligenciaron unos cuestionarios para evaluar su actitud hacia la violación, su disposición a utilizar la fuerza contra las mujeres, y su disposición a perpetrar una violación si no fueran descubiertos.
Apenas el 11% de los hombres que vieron la versión que sólo contenía sexo manifestaron que tenían probabilidades de cometer una violación. El 25% de los que vieron sexo y violencia manifestaron que tenían algunas probabilidades, y el 50% de los hombres que solamente vieron violencia manifestaron que tenían alguna probabilidad de violar a una mujer.
Los Adolescentes y la Televisión
Los Adolescentes y la Televisión.
La forma de pensar de los adolescentes experimenta una revolución que se inicia, aproximadamente, a los once años. Losniños más jóvenes pueden captar puntos de vista ajenos siempre y cuando sean conocidos y verificables. Los adolescentes pueden tomar en consideración diversas perspectivas acerca de casos hipotéticos y ajenos a su experiencia.
No todos los jovencitos de quince años piensan como los adultos, y no todos los adultos alcanzan la etapa de las operacionesformales. Sin embargo, en la adolescencia el razonamiento deja de centrarse en lo obvio y adquiere consciencia los aspectos más complejos. Esta manera más profunda de ver la vida tiene una relación importante con la manera en que los adolescentes entienden los mensajes de los medios de comunicación.
La televisión no es el medio adecuado para fomentar el desarrollo intelectual que produce adulto reflexivo. Unas de las tareas de la adolescencia es desarrollar el sentido de la continuidad y el contexto histórico.
Los adolescentes necesitan saber que forma parte del continuo proceso humano. El aislamiento de la adolescencia se reduce cuando los adolescentes se vislumbran en el trabajo, con una familia o como parte de una comunidad. Esta es la razón por la cual a los adolescentes les interesan tanto las películas y programas de televisión que se refieren a las carreras profesionales, las relaciones y los problemas sociales.
Mientras que el cine trata de vez en cuando problemas complejos, la televisión no suele hacerlo. Esto es evidente en los noticieros, cuando son adolescentes, ven noticieros mas frecuencia que cuando eran más niños, la realidad es que los noticieros son sólo otra forma de empaquetar entretenimiento.
Asesinato, ballenas perdidas e informe especiales acerca de la pérdida de cabello alternan con comerciales necios y seductores.
En realidad, los medios de comunicación y en particular la televisión, no les proporcionan a los adolescentes las experiencias que les podrían ayudar a desarrollar sus procesos de pensamiento y a sentir que están en un mundo racional. Los padres que alimentan a sus hijos adolescentes a que piensen detenidamente modelándoles la reflexión y esperando que actúen de la misma manera, favorecen el desarrollo intelectual.
Los Niños y la Television..
Los Niños y la Televisión
Los niños son excelentes imitadores, incluso durante los primeros meses de vida, los infantes pueden remedar las expresiones faciales de las personas que los cuidan. Los niños aprenden a comer, vestirse, utilizar el sanitario e interactuan con los demás. Gracias a que sus padres y otras personas constantemente les muestran como se hacen esas cosas; los niños no son especialmente selectivos en lo que imitan, a muchísimos padres se les recomienda que cuiden su vocabulario cuando sus pequeños de tres años dicen una mala palabra en un momento de frustración. A veces parece como si nada escapara a la atención de los niños pequeños, aunque la imitación no es el único mecanismo de aprendizaje que tienen los niños, es el primero y sienta las bases de aprendizaje futura. Como los niños imitan permanentemente a la gente que los rodea, es lógico que también imiten a las personas que ven en la televisión o en el cine.
Los niños pequeños no son los únicos que imitan a los personajes de la pantalla, parece que en la actualidad muchos adolescentes hicieran sus comprasen las mismas tiendas. A lo largo de la vida imitamos a los demás para aprender cosas nuevas y reforzar nuestra identidad con un grupo particular. Con cierta frecuencia se oyen historias acerca de niños que terminan trágicamente, al imitar algún personaje que han visto en los medios de comunicación ejemplo, un niño de cinco años que le prendió fuego a su casa y causó la muerte de su hermana de dos años, después de haber visto un episodio de dos pre-adolescentes estúpidos que disfrutan realizando actividades antisociales; un grupo de adolescentes que causó un accidente al imitar la escena de una película en el cual varios jóvenes demuestran su valor acostándose sobre una autopista; un niño de trece años que se disparó en la cabeza mientras estaba jugando a la ruleta rusa que había visto en una película. Todas estas historias son trágicas pero afortunadamente no se presentan a menudo.
Es evidente que la mayor parte de los niños no imitan tan fácilmente lo que ven en la pantalla, de la gran cantidad de conductas, imágenes, actitudes y valores a los cuales están expuestos, los niños escogen solamente algunos. Cuando se sienten frustrados, algunos niños lloran en un rincón, otros dan patadas y golpes, y otros toman con calma su frustración.
En cuanto a los efectos que produce en los niños la violencia que muestran los medios de comunicación, si la imitación fuera la única forma de aprendizaje o lo fundamental, la guía de televisión de hoy serviría para predecir los titulares del mañana.
Como ejemplo tenemos que en 1960 Alberto Bandura realizó en la Universidad de Stanford una de las primeras investigaciones acerca de los medios de comunicación. Durante más de tres decenios Bandura ha estudiado la manera en que los niños construyen su identidad a partir de la gama de posibilidades que tienen; su trabajo inicial se centró en las circunstancias que contribuyen a que los niños se vuelvan más agresivos cuando observan conductas agresivas.
Sus experimentos con muñecos son clásicos en psicología y han ayudado a identificar los mecanismos que intervienen en el aprendizaje, cuando los niños observan actos de violencias en los medio de comunicación.
El muñeco utilizado por Bandura llamado "BOBO", es un gran payaso inflable que rebota y nunca se cae cuando es golpeado, en un experimento Bandura dividió a niños de jardín infantil en tres grupos: un grupo control (el cual no toma parte en el experimento) y dos grupos experimentales. Al principio todos los niños se reunieron en un salón de juguetes atractivos. Luego a los niños del grupo control los sacaron del salón, uno de los grupos experimentales observo una secuencia en un televisor simulado así describe Bandura lo que los niños vieron, la película comenzó con una escena en la que un modelo un hombre adulto se dirigía a un muñeco "BOBO" de plástico del tamaño de un adulto para ordenarle que se retirara de ahí; después de mirar con ira durante un momento a su oponente, que no le obedecía, el modelo exhibió cuatro conductas agresivas novedosas y acompaño cada una con una verbalización distinta.
¿Qué puedo hacer para que los medios no tengan una influencia negativa en mi hijo?
¿Qué puedo hacer para que los medios no tengan una influencia negativa en mi hijo?
Es difícil comprender el mundo del adolescente sin considerar el gran impacto que los medios de comunicación hacen en su vida. Los medios compiten con las familias, los amigos, las escuelas y las comunidades en su capacidad para moldear los intereses, actitudes y valores de los adolescentes.
Los medios de comunicación masiva están presentes constantemente en sus vidas. La mayoría de los adolescentes ven televisión y películas, utilizan el Internet, intercambian correos electrónicos, escuchan discos y emisoras de radio que van dirigidas específicamente a ellos con música y anuncios comerciales, y leen artículos y anuncios en las revistas para adolescentes.
Lo primero es entender el lado bueno. Las nuevas tecnologías de la comunicación pueden ser muy divertidas y emocionantes. Utilizadas sabiamente, también pueden educar. Los buenos programas de televisión pueden informar, la buena música puede dar aliento, y las buenas películas pueden ampliar los intereses y abrir nuevos horizontes. Además hay muchos tipos de medios que se utilizan dentro del aula de clases-ordenadores, televisión por cable, y video caseteras que ya son parte íntegra de la enseñanza. De hecho, en los últimos años se ha visto un afán por conectar a todos los salones de clase al Internet y por proveer un número mínimo de computadoras en cada aula para uso de los estudiantes. Como resultado los niños deben exponerse a los medios de comunicación, como mínimo para saber cómo utilizarlos.
El problema reside en que los adolescentes frecuentemente no saben cómo o no pueden distinguir entre lo que es bueno en los medios y lo que es dañino. Algunos se pasan horas interminables frente al televisor o enchufados a sus audífonos, alimentándose pasivamente de todo lo que ven y oyen-violencia, sexo, maldiciones, estereotipos y personajes e historias totalmente fuera de la realidad. Sabemos por los estudios como el que dirigieron George Comstock y Erica Sherrar que el ver demasiada violencia en la televisión parece aumentar los comportamientos agresivos en los niños y que el exponerse frecuentemente a la violencia hace que ésta sea menos sorprendente y más fácil de aceptar.
Los alumnos que reportan que ven más televisión que sus compañeros generalmente sacan peores notas en la escuela y califican peor en los exámenes estándares. "En cualquier discusión que tengamos en el aula es muy obvio quienes ven más televisión que otros," explica la maestra Sherry Tipps. "A los alumnos con menos motivación en el salón de clase, mencióneles algún programa de televisión y de repente reaccionan."
A medida que los adolescentes maduran, las horas excesivas de televisión, los juegos electrónicos y el uso de la computadora resultan en una acumulación de consecuencias negativas. Los niños americanos se pasan más horas con los medios de comunicación que con su trabajo escolar. Los alumnos del séptimo grado, por ejemplo, se pasan un promedio de 135 minutos al día viendo televisión y sólo 57 minutos haciendo tarea.
Además de los efectos negativos académicos y psicológicos, también existen malos efectos físicos. Según estudios recientes del Médico General de los Estados Unidos, el número de adolescentes obesos en el país ha aumentado dramáticamente en las últimas dos décadas. Estar pasado de peso puede contribuir a varias enfermedades serias, tales como la diabetes.
Existen otras influencias negativas en los medios de comunicación. Por ejemplo, recientemente se ha visto un aumento en el número de anuncios en las revistas, incluyendo anuncios para productos nocivos como alcohol y tabaco, que están dirigidos específicamente a los adolescentes.
Su hijo aprovechará mucho su consejo para ayudarle a balancear las actividades relacionadas con los medios de comunicación, con otras actividades tales como leer, hablar con familiares y compartiendo con sus amigos. Aquí les ofrecemos algunos consejos sobre cómo ayudar a su hijo a escoger con buen criterio cómo va a utilizar los medios de comunicación:
Limite el tiempo que su hijo ve televisión. Es imposible proteger a su hijo completamente de los medios. Si usted le prohíbe completamente la televisión, sólo va a ganar que le parezca más atractiva que nunca. Sin embargo algunos padres sí prohíben la televisión durante la semana, con algunas excepciones que han acordado de antemano.
Recuerde que es más fácil restringir las malas opciones si usted dice no antes de que su hijo traiga a casa CDs o juegos electrónicos ofensivos o insiste en ver programas de televisión excesivamente violentos. Hágale saber que usted tiene la intención de supervisar lo que escoge ver o escuchar.
Supervise lo que su hijo ve y escucha. La ex directora Carole Kennedy aconseja, "No se fije solamente en el volumen de la música, preste atención a la letra también." Infórmese sobre los programas de televisión y las películas que le interesan a su hijo, los juegos electrónicos que quiere jugar y la música que quiere escuchar. Si usted está bien informado sobre los intereses de su hijo, usted podrá adentrarse a su mundo con mayor facilidad y podrá hablar con él con mayor conocimiento y poder. Pregúntele que grupos o cantantes le gusta escuchar. Lea sobre sus artistas favoritos en las revistas o escuche su música en la radio o en CD.
Usted también puede ver o escuchar con su hijo. Así podrá compartir un momento con él y aprenderá más sobre los programas, juegos y música que le gustan. Hable con él sobre lo que están viendo y escuchando.
Sugiérale programas de televisión que usted quiere que vea. Aliente a su hijo a ver programas de televisión sobre una gran variedad de temas-la naturaleza, viajes, historia, ciencias, biografía y noticias, además de los programas creados sólo para entretener. Los programar noticiosos y de historia por ejemplo, pueden fomentar conversaciones sobre acontecimientos mundiales, la política nacional y local, los problemas sociales y asuntos sobre salud.
Hable con su hijo sobre la diferencia entre los hechos y las opiniones. Los adolescentes deben aprender que no todo lo que ven y escuchan es necesariamente cierto. Infórmele que el programa de televisión o la película que han visto, la estación de radio o la música que le gusta escuchar, tanto como la revista que lee, poseen un punto de vista en particular. Hable con él sobre cómo los medios promueven ciertas ideas o creencias, las cuales probablemente no estén de acuerdo con sus valores familiares. Si su hijo quiere ver, escuchar, o leer algo que usted cree es impropio, hágale saber exactamente por qué usted está en desacuerdo.
Hable con su hijo sobre los anuncios comerciales engañosos. Los adolescentes son muy susceptibles a los anuncios. Hable con sus hijos acerca del propósito de los anuncios-vender productos-y sobre cómo juzgar si los productos anunciados son apropiados para él. Por ejemplo, si su hija tiene cabello corto, rubio y rizado, pregúntele si de veras piensa que el shampoo caro que quiere que le compren va a resultar en una cabellera larga, oscura y lisa, como la modelo en la revista.
Hable con su hijo sobre los riesgos que toma al entrar en "salas de charla" electrónicas.Asegúrese que su hijo entiende bien lo peligroso que es "hablar" electrónicamente con una persona desconocida. Existe software que impide el uso de estas charlas cuando hay niños sin impedir que ellos usen la computadora para otros propósitos.
Hable con otros padres. Si usted habla sobre las películas, los programas de televisión, los juegos electrónicos y CDs con los padres de los amigos de su hijo, usted tendrá mayor autoridad para decir que no cuando él quiera ver o escuchar algo inadecuado. Usted puede descubrir muy rápidamente que no todos los alumnos del instituto tienen permiso de ver la última película clasificada que incluye escenas de sangre y extrema violencia.
Ofrezca alternativas al entretenimiento con los medios. Según el maestro Bill Gangl, "Si usted les da suficientes actividades con que entretenerse, la televisión desaparece". Dada la oportunidad, muchos niños prefierenhacer que sólo ver. Un día en el campo de golfito o visitando a un amigo puede ser más interesante que otra noche más frente al televisor.
Dé un buen ejemplo. Si un adolescente ve a sus padres paralizados frente al televisor o revisando su correo electrónico mientras se apresura a cenar, definitivamente va a captar un mensaje claro. Los padres que apagan el televisor o la computadora y participan mejor en la buena conversación, los deportes, juegos u otras actividades están demostrando con su ejemplo otras opciones de entretenimiento. Un adolescente contemporáneo quizás se pregunte "¿qué se hacía antes de que hubiera televisión (o computadoras y juegos electrónicos)?" ¡Demuéstreselo!
Un cine en defensa de la familia
Un cine en defensa de la familia
Pero, si el cine tiene esa capacidad de influencia, ¿por qué no utilizarla para el bien? Si puede incidir en las conductas y actitudes de millones de personas, ¿por qué no impulsar historias que edifiquen, que transmitan valores y estilos de vida positivos, que difundan una imagen más alegre y enriquecedora de la institución familiar?
Esto es lo que, en 1994, decidió acometer la Liga del Sagrado Corazón, una institución católica de Mississippi dedicada a fines piadosos y sociales. Creó en su seno una productora de cine, la Gregory Productions, con la intención de realizar una película de bajo presupuesto “que alentara al público a un mayor entendimiento y apreciación de los valores de la tradición judeo-cristiana, y a acogerlos como propios, en particular el amor y la reverencia a Dios”. Después de dos años de búsqueda infructuosa de guiones, contrataron como guionista a Lee David Zlotoff, un judío practicante, padre de cuatro hijos, que en menos de un mes escribió el guión de La historia del Spitfire Grill (1996), y más tarde lo dirigiría. El resultado fue un magnífico melodrama moral, largamente aclamado en el prestigioso Festival de cine independiente de Sundance, donde ganó el Premio del Público. No es para menos. Porque esta cinta da claramente primacía a la nitidez moral de la historia sobre su eficacia sentimental. Zlotoff apela tanto al corazón como a la cabeza del espectador y, con un sutil dominio de la puesta en escena, logra un rico mosaico de situaciones donde confluyen los grandes temas de hoy y de siempre: el amor, la familia, la compasión, el perdón, las relaciones con Dios…
Un proyecto semejante es la productora italiana Lux Vide, de Ettore Bernabei, que nació con el de impulsar productos audiovisuales dirigidos a la familia y que trataran de promover valores. En 1991 inició un gigantesco serial sobre “La Biblia” (21 miniseries), que recibió numerosos premios internacionales. Como punto central de este gran proyecto, en 1999 produjo con la CBS americana la miniserie Jesús, de cuatro horas de duración, que fue emitida por 144 televisiones de todo el mundo coincidiendo con el Gran Jubileo del año 2000. Sólo en Estados Unidos fue vista por 24 millones de espectadores y recibió la nominación Emmy a la mejor miniserie del año. Culminado el serial de la Biblia, inició otra serie documental sobre personajes célebres del siglo XX: Marconi, Golda Meir, Coco Chanel…. Pero las que cosecharon mayores audiencias fueron, precisamente, las dedicadas a la Madre Teresa de Calcuta, Juan XIII y Juan Pablo II. Las tres alcanzaron en la televisión italiana shares superiores al 25%, de forma que dieron el salto a las salas de exhibición, donde obtuvieron también audiencias millonarias.
En una entrevista, Bernabei comentaba: “Esta ficción televisiva de argumento religioso ha tenido éxito por su calidad. Y también porque la gente corriente tiene necesidad de espiritualidad, quiere conocer aquello que aparece como misterioso, no explicable con la sola razón, ya que en el fondo de cada uno hay interrogantes a los que es difícil dar una respuesta“. Más adelante, a propósito de la vulgaridad en los programas televisivos, señalaba: “La televisión en el mundo no es contraria a una concepción religiosa de la vida, pero prefiere eludirla. Y a fuerza de obviarla, no se preocupa de aquellas reglas morales que van unidas a la vida espiritual. La vulgaridad nace de esto” (6).
Es significativo que el prestigioso American Film Institute, al elaborar las listas de los mejores filmes de la historia, haya querido publicar —año tras año— su listado de “The 100 most inspiring movies”: las cien películas más inspiradoras de la historia, las que más han contribuido a inspirar actitudes y valores positivos. El filme número 1 es siempre Qué bello es vivir (1946), de Frank Capra: un canto a la esperanza, que representa lo mejor del espíritu navideño y que ensalza los valores familiares en ese apoyo de la comunidad a quien ha gastado su vida en servicio a todos y a su familia. El número 2 lo ocupa Matar a un ruiseñor (1962), que transmite hermosas lecciones sobre la integridad, la justicia, el sentido del deber, el valor de la familia y la importancia de servir a los demás. Otras películas incluidas en las primeras posiciones son: El milagro de Ana Sullivan (1962), la historia real de una maestra empeñada en enseñar el lenguaje a una niña ciega y sorda; Salvar al soldado Ryan (1998), una cinta de heroísmo y entrega, en medio de miserias y debilidades; o Cadena perpetua (1994), un drama carcelario que afronta bellamente tres temas fundamentales: la amistad, la esperanza y la redención. El momento en que el protagonista “regala” unos minutos de música clásica a los presos refleja mejor que mil discursos esa libertad interior que ninguna cárcel del mundo podrá amordazar jamás (7).
Ciertamente, el cine puede tener sus peligros, pero puede también inspirar, aportar valores y provocar esa transferencia de personalidad en una dirección enriquecedora y positiva. El único requisito es que sepa contar bien historias que merezcan la pena; relatos o biografías cuyo ejemplo sea un modelo a seguir. El ya citado productor David Puttnam, señalaba a propósito de esto en una entrevista: “Recuerdo haber visto Un hombre para la eternidad cientos de veces, no por sus cualidades fílmicas, que las tiene, sino por el efecto que producía en mí: el hecho de permitirme esa enorme presunción de salir del cine pensando: ‘Sí, yo también hubiera dejado que me cortaran la cabeza para salvaguardar un principio’. Sabía de sobra que no era así, y probablemente nunca encontraría a nadie que lo hiciera, pero el cine me permitió ese sentimiento; me permitió que, por un momento, sintiera que todo lo decente que había en mí se había puesto en pie. Esto es lo que el cine puede conseguir”(8).
Conseguir esto es una tarea ardua y no sencilla, pero alcanzable. Y exige el compromiso de todos. De los cineastas, en primer lugar: que deben sentir la responsabilidad de su tarea a la hora de concebir sus películas. De los gobiernos, en segundo lugar: que deben potenciar y facilitar aquellas producciones potenciadoras de la vida social y familiar. Y de los espectadores —en primer lugar, de las familias y los educadores— para que sepamos ver, y enseñar a ver a nuestros hijos, las películas y la teleseries con una mirada crítica, selectiva y enriquecedora.
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